Vea nuestra información detallada en:

Esta intolerable vida en común

Pregunta: Usted dice que una pareja de casados tiene que “fingir” que son una familia corregida. ¿Pero, qué pueden hacer si el mal se revela entre los esposos en todo momento, si se pelean continuamente, no se respetan y no se comprenden?

Respuesta: Desgraciadamente, nadie de nosotros recibió una formación adecuada y no estamos preparados para la vida familiar. Tenemos que educar al hombre y a la mujer de tal forma que aprendan a establecer la interconexión adecuada entre ellos y sus hijos.

Este es el problema del desarrollo egoísta: Cada persona cree que sabe lo que tiene que hacer. Nadie prepara a las personas para la vida. En vez de educarlas, apenas si les enseñamos alguna profesión. Es debido a esto que la crisis moderna es tan profunda.

Y esta crisis en la familia se ha vuelto intolerable. Todo el mundo se encuentra inmerso en una desesperación total y universal, como consecuencia de los esfuerzo que realizan las familias por vivir juntos. Y mientras todo esto ocurre, no admitimos que la célula familiar es el fundamento de toda la vida. Sin ella, la vida no podrá continuar.

El hombre tendrá que buscar la respuesta, y la respuesta es: “Marido y mujer, y la Divinidad entre ellos”. Tenemos que entender que el desarrollo egoísta nos ha llevado a un callejón sin salida: ya no nos soportamos. Sólo la importancia de la meta puede ayudarnos, y podremos alcanzarla sólo si contamos con la familia corregida que les a los hijos la formación correcta; únicamente bajo esta condición adquiriremos la semejanza con la naturaleza (es decir, con el Creador). En ese momento le revelaremos, nos uniremos a Él y alcanzaremos la vida eterna en el nivel espiritual.

Sólo la meta espiritual obligará a la persona a crear la familia correcta, tener hijos y la relación acertada entre los esposos.