
Es un hecho que el individuo no posee recursos para cubrir él sólo sus propias necesidades. Necesitamos de una vida social. De ahí que los individuos se vieran obligados a juntarse en una unidad denominada "nación" o "estado", en donde cada uno lleva a cabo su ocupación - algunos en la agricultura, otros como artesanos. Y conectan a través del intercambio de sus productos. Así, se originaron las naciones, cada una con su propia naturaleza, tanto a nivel material como cultural. Al observar estas manifestaciones de vida, comprobamos que el desarrollo de una nación es muy similar al de un individuo. La función de cada una de las naciones es como la que llevan a cabo los órganos que componen un cuerpo. Debe darse una armonía entre cada una de las partes de ese organismo: los ojos deben ver, y el cerebro, con su ayuda, pensar y consultar, entonces las manos podrán trabajar o luchar y las piernas caminar. Así, cada uno permanece en su puesto en espera de llevar a cabo su función. Del mismo modo, los órganos que componen el cuerpo de las naciones, los abogados, los patrones, los asalariados, los distribuidores, etc. deberían funcionar armoniosamente entre ellos. Esto es necesario para el desarrollo de una vida normal en la nación y para su segura existencia.