Nuestra naturaleza, a través de la cual sentimos al mundo y a nosotros mismos, viviendo y actuando en él, es un programa que nos proyecta la realidad.
Se denomina “ego”: el deseo de recibir y gozar por y para mí mismo, aún a costa de los demás.
Este programa nos aísla por dentro, nos ahoga en él, atrae toda nuestra atención
y prácticamente nos obliga a pensar sólo en nosotros.
Actuamos de acuerdo a esa programación y ni nos imaginamos que sea posible actuar de otra manera y que quizás haya otra realidad.
Ego - Naturaleza humana - Deseo de recibir