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El primer dia de la creación

“Y dijo el Creador: sea la luz; y hubo luz.” ¿Qué es la luz? Por favor, no trates de imaginarla. Especialmente dado que en nuestras nociones materiales no podemos encontrar la definición precisa para describirla. Pensamos que la luz viene del sol o es lo que sentimos en el alma cuando estamos bien...

La luz es lo único que nos rodea. Es la cualidad del Creador, la cualidad de completo y absoluto otorgamiento. También es la ley del amor y el bien. Todo esto es la luz. En cuanto antes lo comprendamos, más rápidamente superaremos todos los sufrimientos de este mundo ya que ellos han sido dados solamente para que sepamos hacia dónde debemos "volver".

“Y vio el Creador que la luz era buena; y separó el Creador la luz de las tinieblas”. Si existe la luz —el otorgamiento absoluto, la gran ley altruista—, entonces, sin duda, debe existir alguien a quien el Creador quiera complacer, alguien a quien Él quiera impartir todo lo que tiene. Este alguien es la creación. Nosotros. Yo. Todo el mundo. Nosotros somos los que recibimos.

De este modo, se han formado dos estados (que no existían antes): el otorgamiento —la cualidad del Creador o de la luz— y la recepción, que es la cualidad de la creación. Esto es lo que quiere decir la expresión: “Separó el Creador la luz de las tinieblas”. Es decir, se formaron dos estados: la luz y la oscuridad, la cualidad del Creador y la de la creación, el otorgamiento y la recepción.

Esto ya estaba incluido en la primera palabra del Génesis: "Bereshit", proveniente de la palabra "bar" que significa "fuera"; es decir, la separación de la creación del Creador. La palabra "Bereshit" contiene todo el camino del ser humano y todo el significado del Pentateuco bíblico. De esa palabra llega la comprensión del hecho que surgimos del seno del Creador y que debemos volver a Él después de un largo camino de separación y crecimiento que nosotros hemos pasado al igual que toda la humanidad. Para esto, debemos darnos cuenta que realmente nos hemos alejado del Creador, habiéndonos sumergido en nuestro egoísmo. En esta época, hemos empezado a sentirnos mal porque nuestro egoísmo no nos deja vivir. El egoísmo tampoco deja vivir al mundo y lo está destrozando. Solamente habiendo comprendido esto, podemos decidir dirigirnos de regreso hacia el Creador. Realizamos el camino de la corrección de nuestro egoísmo y, como resultado, recibimos una recompensa millones de veces más grande de lo que podríamos imaginar. Alcanzamos la eternidad y encontramos la infinita bondad. Obtenemos una nueva y consiente unión con el Creador, algo que ya está en un nivel más alto.

“Y llamó el Creador a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y fue la mañana, un día”. Dentro de ti se han formado dos estados: la luz representa alteza, otorgamiento y la cualidad altruista, mientras que la oscuridad representa el descenso, la recepción y la cualidad egoísta. Los primeros pasos hacia la corrección representan el acto de dividir y demarcar entre estas dos. Tal estado se llama “el primer día de la creación”.